La neurociencia y el aprendizaje
Aprender aplicando un conocimiento o haciendo una tarea es sumamente importante para el proceso de memorización. De hecho, una investigación liderada por Caroline Palmer y Brian Mathias, de la Cátedra de Investigación en Neurociencia Cognitiva de Rendimiento de la Universidad McGill, en Canadá, presenta lo que sucede cuando se compromete la corteza motora en el aprendizaje.

Para este estudio se reclutaron 20 pianistas expertos, a quienes se les pidió que aprendieran unas melodías sencillas, con dos tipos de estrategias distintas:
- Aprendizaje pasivo: sólo aprenderlas oyendo las melodías varias veces.
- Aprendizaje activo: incorporarlas interpretándolas varias veces.

Los resultados permitieron observar que en las melodías que habían incorporado de forma activa ―es decir, interpretándolas― pudieron detectar con mayor facilidad los cambios, a diferencia de las de aprendizaje pasivo.
Las conclusiones de este trabajo revelaron el valor que tiene el aprendizaje experiencial. Repetir en voz alta ―como si estuviéramos dando un examen, una conferencia o la presentación un trabajo― involucra a la corteza motora y contribuye a la memorización.
Los investigadores consideran que se debe tener en cuenta la corteza motora en el aprendizaje y, además, recordar que una de las últimas cosas que olvidan los enfermos de alzhéimer son las canciones de su infancia.
El investigador en neurociencia Francisco Mora asegura que el elemento esencial en el proceso de aprendizaje es la emoción porque sólo se puede aprender aquello que se ama, aquello que le dice algo nuevo a la persona, que significa algo, que sobresale del entorno en Neuroeducación. “Sin emoción –dice– no hay curiosidad, no hay atención, no hay aprendizaje, no hay memoria”.
ResponderEliminarmuy buenas apreciaciones sigue adelante y cumpliras todas tus metas y todos tus objetivos trazados ...suerte!!!
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